Los pensamientos, los sentimientos, las emociones, todo ello sin duda, sensaciones que solo son humanamente posibles. Si tan humanas son, ¿como es que no somos capaces de controlarlas, y de hecho, como es admisible que en muchas ocasiones nos dominen? Un simple aroma que desencadene un recuerdo único, una palabra acostumbrada a oír en momentos pasados, una simple sonrisa de la persona adecuada, convierten tu humana humana racionalidad en un mar profundo lleno de sentimientos inexplicables, que se acaban materializando en acciones que jamás habrías sido capaz de predecir. Una simple idea, se torna en un pensamiento cuando la dotas de minima relevancia, y desde ese momento, se desencadena una serie de acontecimientos, que solo aquellas personas que los conocen a base de experiencia, pueden llegar a comprender y dirigir a su manera, pero sin duda incontrolables: el pensamiento da lugar a un sentimiento, ese sentimiento gana fuerza y causa algo mas profundo en tu interior, una emoción, y movido por dicha fuerza sentimental, cegado de toda racionalidad, actúas dejando que una simple idea te dirija. Si esos pensamientos vienen de una idea negativa, de fallo, ira o tristeza el resultado puede ser fatal, mientras que si ocurre lo contrario, la simple idea de bienestar junto a alguien, puede acabar desembocando en la emoción mas poderosa que existe, el amor. Tengo entendido de buenas fuentes, que un pensamiento positivo es mas poderoso que varios negativos juntos, sin embargo, ests últimos son mucho mas difísiles de conseguir. No se trata de ser perfecto, de ser racional a todas horas y controlar todos y cada uno de los pensamientos que dejamos que nos inunden. Se trata de encontrar la motivacion que te haga querer afrontar de cara esos malos sentimientos, que te ayude cada día a no rendirte y a dirigir tus ensamientos y acciones a dar lo mejor de ti mismo; se trata de hallar aquello que te haga querer disfrutar del hecho de ser humano, reinvéntandote a ti mismo con cada idea que ingenias. En mi caso, esa motivación personal está construida sobre los cimientos del amor, en concreto sobre el, pues no se merece menos, que la mejor versión que mi persona le pueda conceder.
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